Tras una maratónica sesión, que se extendió por 16 horas, el Senado aprobó anoche con 59 votos a favor y 21 en contra, el informe que recomienda avanzar hacía la fase final de la destitución de la mandataria. Dilma se convirtió oficialmente en imputada y alcanzó una ventaja en el Senado más amplia que la votación con la cual fue suspendida en mayo (55 votos).
Este proceso pone a la presidenta frente a un juicio final que se celebrará a finales de este mes. En esa sesión, si 54 de los 81 senadores la consideran culpable, Rousseff será removida definitivamente de su mandato.
A partir de hoy, tanto la defensa como la acusación tendrán 2 días cada una para presentar réplicas y Ricardo Lewandowski, presidente del Supremo Tribunal Federal, tendrá un plazo de 10 días para anunciar el comienzo de las últimas sesiones, en las que el Senado confirmaría su destitución.
El próximo 25 de agosto comenzaría en el Senado la primera sesión de la fase de juzgamiento. En esta fase, tanto la acusación como la defensa presentarán sus alocuciones en víspera de la votación final. Se estima que se prolongue durante una semana, habiendo concluído todo el proceso de juicio político entre la última semana de agosto y la primera de septiembre.
La pronta finalización de este proceso es de interés para el actual presidente Temer, dada la cercanía de la reunión del G20 que se celebrará en China entre el 4 y el 5 de septiembre. El actual presidente interino busca asistir como mandatario efectivo de Brasil a esta reunión de presidentes.
Conocé más acerca de todo el proceso y de cuáles serán los próximos pasos en este timeline
Leé nuestra columna de opinión publicada en diario BAE:
