Desde un punto de vista cuantitativo, las extraordinarias nos dejaron tres leyes: Emergencia Social, Ganancias y aumento de penas por manejar alcoholizado. Así, el número de leyes sancionadas en 2016 asciende a 99.

Pero en este período extraordinario de diciembre el Congreso nos dejó mucho más que eso. Nos dejó la imagen de un Congreso negociador, constructor de consensos, con bloques parlamentarios que saben legislar entre tensiones y acuerdos. Ejemplo de ello son el amplio acuerdo opositor para dar media sanción a la Ley de Ganancias en Diputados, y la actitud negociadora del Gobierno con sindicatos, gobernadores y legisladores opositores para generar un nuevo acuerdo al respecto. También la Ley de Emergencia Social, impulsada por la oposición y acordada luego entre el Gobierno y los trabajadores de la economía popular.

En un contexto legislativo carente de una mayoría oficialista, durante 2016 asistimos a un Congreso que ya sea por vocación republicana o por necesidad numérica, se caracterizó por su actitud negociadora.