Uno de los temas que promete despertar debate en las próximas semanas en el ambiente legislativo es el aborto.

En el Senado, hay cuatro proyectos de ley que cuentan con estado parlamentario. A pedido de las legisladoras autoras de las iniciativas -Liliana Negre de Alonso (PF-San Luis), Adriana Bortolozzi (FPV-PJ-Formosa) y Elena Corregido (FPV-PJ-Chaco)- todas ellas fueron giradas a las comisiones de Justicia y Asuntos Penales, Asuntos Constitucionales y Salud y Deportes. Principalmente los proyectos hacen referencia a los casos no punibles y plantean modificaciones al artículo 86 del Código Penal, respecto a la despenalización del aborto en determinadas circunstancias y al carácter restrictivo del aborto.

Si bien, las autoras de las propuestas impulsaron el tratamiento del tema en las comisiones, e incluso varias legisladoras ya sentaron postura al respecto, lo cierto es que es muy poco lo que se logró avanzar. A mediados de junio, la Comisión de Justicia y Asuntos Penales, que preside la peronista disidente Sonia Escudero (Salta) organizó una audiencia pública de la que participaron varios especialistas y organizaciones de la sociedad civil, pero ese fue el primer y último encuentro en el que se analizó el tema aborto, dado que la inseguridad copó la agenda de la comisión. Hoy día estos expedientes no han vuelto a ser tratados, pero se espera que para después de la sesión especial sobre seguridad agendada para el 29 de septiembre vuelvan a recibir algún tipo de tratamiento.

La Cámara de Diputados, por su parte, tiene en su haber 5 proyectos de ley con estado parlamentario que fueron principalmente girados a 3 comisiones: Legislación Penal; Familia, Mujer, Niñez y Adolescencia; y Acción Social  y Salud Pública. Pero aún no fueron tratados en ninguna de estas comisiones.

Estos proyectos plantean otorgar a las mujeres el derecho a interrumpir voluntariamente el embarazo durante las 12 primeras semanas de gestación y que el aborto se practique en los servicios del sistema de salud público y privado.

La discusión en este cuerpo se vio impulsada por el pronunciamiento del Consejo Superior de la Universidad de Buenos Aires (UBA), que respaldó en el mes de agosto por mayoría la legalización y despenalización de la interrupción voluntaria del embarazo.

Tal es así que un grupo de diputadas del bloque de Libres del Sur, presentó la semana pasada un pedido a la presidencia de la cámara para que el tema sea tratado en un plenario de comisiones, de manera que quienes integren estos grupos de trabajo participen de un debate conjunto.

“Hoy hay un clima propicio para hablar sin hipocresía sobre el tema”, evaluaron desde el despacho de la diputada Cecilia Merchán (Libres del Sur–Córdoba), que respalda junto a casi cincuenta diputados de todos los bloques políticos el proyecto –Expte Nº 998-D-2010- de la oficialista Juliana Di Tulio (Buenos Aires).

En tanto, desde las filas de la diputada radical Silvia Storni (Córdoba) hicieron saber a Directorio Legislativo que “no se puede seguir dejando de lado esta discusión”, ya que “es un tema gravísimo de salud pública, que afecta sobre todo a las mujeres pobres”.

Desde la presidencia de la Comisión de Legislación Penal, a cargo de Juan Carlos Vega (CC–Córdoba), cabecera de casi todos los proyectos en cuestión, aseguraron que el paquete de proyectos sobre aborto será debatido a partir de mediados de septiembre, cuando concluyan las discusiones sobre la ley de trata de personas y el régimen penal juvenil. “Hay voluntad política”, sostuvieron.

Si bien la discusión sobre el aborto aún tiene un destino incierto, lo cierto es que parece inminente por lo menos su tratamiento en las comisiones. De todos modos, la posibilidad de obtener un dictamen favorable y llevar el tema al recinto antes de fin de año sí parece lejana. Quienes promueven la legalización del aborto no cuentan con muchos lugares en las comisiones. Además, en el bloque oficialista hay diferencias internas (vale recordar que la propia Presidenta Cristina Fernández de Kirchner se manifestó explícitamente en contra de la iniciativa), situación que también se da en el radicalismo.