Entre acusaciones cruzadas de todo tipo y en medio de un gran alboroto, los diputados de la oposición consiguieron 15 firmas para frenar el tratamiento en la comisión de Comercio del proyecto enviado por el Ejecutivo para declarar de interés público la producción de pasta de celulosa. En tanto, la presidencia de la comisión, a cargo de la oficialista Juliana Di Tullio (Buenos Aires) desconoció el dictamen y estableció una agenda de audiencias públicas. El FPV acusó al Grupo A de “no querer debatir”.

Los ánimos estaban caldeados desde el inicio. Ya antes de empezar la reunión, el diputado Eduardo Amadeo (Peronismo Fed.-Buenos Aires) le dijo a Di Tullio: “¿están listos para la paliza que les vamos a dar?; a lo que la presidenta del cuerpo le respondió: “¿a nosotros?, en todo caso será al país”, como antesala del duro cruce que tendrían oficialistas y opositores.

Con la presencia de 37 diputados, la discusión en Comercio giró en torno a la resistencia del conglomerado opositor (UCR, Peronismo Federal, Coalición Cívica, PRO, GEN y los ya nombrados Proyecto Sur y PS) a tratar el proyecto del PEN por considerar que éste, incluido en el Boletín de Asuntos Entrados Nº 25, que debía votarse en la sesión caduca de la semana pasada, no fue tratado por el pleno de la Cámara y por lo tanto, no tendría estado parlamentario.

“Entendemos, y creo expresar el sentir de la oposición, que no es posible iniciar la discusión porque no se cumple con el reglamento de la Cámara”, lanzó Amadeo. El planteo opositor esconde la intención de modificar el giro de comisiones para que el proyecto sea tratado sólo en las comisiones de Asuntos Constitucionales (Graciela Camaño) y Libertad de Expresión (Silvana Giudici), presididas por representantes del Grupo A.

Si bien el reclamo contrario se ajusta al artículo 165 del reglamento de Diputados, desde la tribuna oficialista, Patricia Fadel (Mendoza) argumentó que “es usual que en la Cámara los proyectos comiencen a tratarse antes de que los legisladores aprueben sus ingresos y las comisiones a las que fueron girados”, y acusó a la oposición “de no querer debatir el tema de fondo. Esto no tiene que ver un con un acto administrativo, sino con tratar Papel Prensa”, sentenció la diputada.

En el uso de la palabra, la diputada de la Coalición Cívica, Patricia Bullrich (CABA) dijo irónicamente que “que el secretario de comercio haya ido a Papel Prensa no convalida que el proyecto sea girado a la comisión de Comercio” y reclamó que no se realice ningún acto administrativo hasta que se decidan los giros.

Para archivar el proyecto la oposición debía sumar el número suficiente. La comisión está compuesta de 31 legisladores, 13 son del FPV, 15 del sector más duro de la oposición y tres de los partidos de centroizquierda (Proyecto Sur, PS y GEN).

Hasta ese momento, al núcleo duro de la oposición le faltaban dos diputados. Por eso, Miguel Ángel Giubergia (UCR-Córdoba), Patricia Bullrich (CC-CABA) y Eduardo Amadeo (P. Federal- Buenos Aires) no largaban sus teléfonos celulares llamando a todos los legisladores que estaban en sus despachos pero que no habían entrado a la reunión, como Gabriela Michetti, que enseguida se hizo presente en la sala. También mantuvieron conversaciones con Alcira Argumedo (Mov. Proyecto Sur-CABA).

Otro de los cruces fuertes se produjo entre Fadel y Argumedo, cuando la diputada de la centroizquierda anunció que, “a pesar de las diferencias que tenemos en este tema con el Grupo A vamos a acompañar su posición, porque creemos que el reglamento debe aplicarse y respetarse siempre, de la misma forma en que el presidente Fellner lo usó para evitar, la semana pasada, que se sesionara y aprobara Infanticidio y Salideras Bancarias”. Esto provocó la reacción de Fadel quien dijo sentirse “decepcionada con la centroizquierda que esté apoyando una decisión de la centroderecha”, haciendo alusión al Grupo A.

Cuando la oposición contabilizó 15 diputados, Amadeo (Peronismo Fed.-Buenos Aires) pidió la palabra: “presentamos un proyecto de dictamen para retirar el proyecto de ley enviado por el Ejecutivo, el cual todavía no fue aprobado su ingreso por el pleno”. Desde el otro extremo Fadel le retrucó: “¿sobre qué expediente están firmando este dictamen?. Ustedes dicen que el proyecto sobre Papel Prensa no tiene estado parlamentario, así y todo proponen un dictamen sobre una iniciativa que para ustedes no entró. Esto ya es la incoherencia total”, gritaba indignada mientras la carpeta blanca con el texto del dictamen giraba para la firma entre los legisladores opositores.

Luego de la intervención de la diputada oficialista, el debate subió los decibeles. “Es una falta de respeto total hacer girar un dictamen sin la autorización ni el conocimiento de la presidenta de la Comisión”, observaba Gerónimo Vargas Aignasse (FPV-PJ-Tucumán).

Fue entonces cuando el diputado Amadeo le solicitó al secretario de la Comisión que “leyera el dictamen de la mayoría, dando cumplimiento a su obligación”. La respuesta desde el oficialismo llegó detrás de una dura acusación por parte de la titular de la Comisión, Juliana Di Tullio (FPV-PJ-Buenos Aires): “Es lamentable que usted venga a apretar a un empleado de la Cámara, es inadmisible. Sepa diputado que no voy a aceptar el dictamen que acaban de firmar y que esta Comisión seguirá su trabajo como corresponde, a pesar de que ustedes intenten paralizarla”.

Lo cierto es que al dictamen de la oposición obtuvo una firma menos que la mayoría necesaria y entonces, según interpretaron desde el oficialismo, carece de valor. Después de dos horas y media de discusión, el Grupo A se retiró de la sala. Pero la comisión siguió sesionando con los 13 diputados del FPV, más 4 de la oposición (Argumedo, Amadeo, Ulises Forte (UCR-La Pampa) y Hilma Ré (CC-Entre Ríos). Finalmente, el oficialismo terminó votando a favor de convocar a audiencias públicas, las cuales comenzarán la semana que viene con la participación de representantes de pequeños diarios del interior.