Luego de un mes sin sesiones, los diputados de la oposición consiguieron el quórum  para dar tratamiento a una larga lista de proyectos hostiles para el oficialismo. Pero sólo llegaron a expresar un rechazo unánime a los ejercicios militares británicos en Malvinas. Mientras se debatía un proyecto de reforma del impuesto a las ganancias, la sesión se cayó por falta de diputados, la picardía de los oficialistas y la impericia de los opositores.

Tras los intentos fallidos de los últimos semanas (la última sesión había sido el 8 de septiembre), la sesión logró comenzar a las 15:30 con la presencia de 132 legisladores, pertenecientes a la mayoría de los bloques de la oposición, tras lo cual ingresaron al recinto los diputados del oficialismo.

Según el temario definido en la reunión de Labor Parlamentaria realizada por la mañana, debía tratarse un proyecto de ley del arco opositor que plantea subir el piso mínimo no imponible y modificar las deducciones personales del Impuesto a las Ganancias.

Pero mientras unos diputados estaban haciendo uso de la palabra y otros esperaban su turno para expresarse, la diputada oficialista Patricia Fadel (Mendoza), en ese momento a cargo de la presidencia, decidió cerrar la lista de oradores para realizar la votación. Ante la falta de quórum, levantó la sesión.

Aquí les presentamos algunas de las consideraciones de los diputados respecto al proyecto que se estaba discutiendo hasta que se levantó la sesión:

  • Adolfo Prat Gay (CC-CABA): “lo que estamos tratando de hacer mediante el proyecto de ley contenido en el dictamen de mayoría es básicamente actualizar las deducciones del impuesto a las ganancias que no se actualizan desde septiembre de 2008. Como ustedes saben, en los dos últimos años en la Argentina hubo inflación –desde luego, más inflación de la que reconoce el INDEC-, y lo que ocurre cuando sube la inflación y no se ajustan los mínimos no imponibles de ganancias es que los asalariados terminan pagando un impuesto a las ganancias sobre algo que no corresponde, que es simplemente la recomposición salarial frente a la inflación. Voy a citar algunos números que sirven para la reflexión y la discusión. Hoy en la Argentina la masa salarial de empleos registrados ronda los 350 mil millones de pesos anuales. En un escenario de inflación, que está convalidada por las negociaciones salariales –que en casi todos los casos han sido superiores al 25 por ciento, que es la estimación que uno tiene de la inflación-, al no ajustarse las deducciones, todos los años esa masa salarial de 350 mil millones crece un 25 por ciento, si es que mantiene su poder adquisitivo. Como no ajustamos las deducciones, hay 90 mil millones de pesos al año que pasan a formar parte de la renta salarial potencialmente gravada. Esto, a pesar de que en ningún lugar del Congreso de la Nación se decidió aumentar las alícuotas o modificar la renta que se va a gravar”.
  • Gustavo Marconato (FPV-PJ-Santa Fe): “Tengo que hacer referencia a que el propio Poder Ejecutivo nacional tomó cartas en este tema, que es importante y sensible; además, desde el punto de vista técnico hay que ser muy preciso. Aquí se planteó la no actualización por inflación desde septiembre de 2008. Obviamente, si se observan los números, el dictamen de mayoría incorpora –según su criterio‑ una actualización por inflación del 25 por ciento promedio.  En realidad, la acumulación de año a año da un 48 por ciento, en función de lo que venía sucediendo con la propia ley y con lo que propone hoy el dictamen. Me parece que hay que ser justos y precisos desde el punto de vista técnico y tener mucho cuidado con la fijación de la fecha de actualización. ¿Por qué el Poder Ejecutivo establece un 20 por ciento de aumento? Obviamente que en el fondo de la cuestión, todos estamos de acuerdo. Había que aumentar el mínimo no imponible y las deducciones especiales a fin de que un sector de los asalariados de nuestro país no fuera gravado con el impuesto a las ganancias. Hay dos cosas sobre las que voy a disentir técnicamente. En primer lugar, sobre la acumulación de una inflación del 25 por ciento. Podemos discutir al INDEC, pero no sé de dónde sale el 25 por ciento. Esta es una discusión que me habría gustado profundizar. En segundo lugar, está la fecha. El 25 por ciento no es la única variable; podría ser 22 ó 23. La otra variable es el tiempo, sobre la que quiero hacer una referencia. Aquí no se explica cómo el gobierno nacional preservaba el salario mediante el mínimo no imponible y las deducciones especiales, a fin de que no quedaran gravados los salarios más bajos en el impuesto a las ganancias. Aquí hay que decir con todas las letras que nadie mencionó la eliminación de la tablita de Machinea, que indudablemente impedía la aplicación del ciento por ciento de las deducciones especiales que había fijado el Poder Ejecutivo”.

Con el levantamiento de la sesión quedaron pendientes de tratamiento un proyecto de ley que plantea la repartición de los Aportes del Tesoro Nacional (ATN) y un proyecto que crea una comisión investigadora sobre el accionar de la Oficina Nacional de Control Comercial Agropecuario (ONCCA).