19.11.10. En una nueva audiencia de debate, Hugo Moyano, el titular de la CGT, defendió el proyecto sobre participación de los trabajadores en las ganancias de las empresas. Lo propio hicieron los referentes de la CTA, Hugo Yasky y Pablo Micheli; mientras que  el  llamado “Grupo de los Seis” fue el gran ausente de la jornada, decisión fuertemente cuestionada por las organizaciones sindicales. También estuvieron presentes representantes del Sindicato Único de Trabajadores del Neumático y juristas en  materia laboral.

El Secretario General de la CGT, Hugo Moyano, fue el último en exponer en una larga jornada, en la que se discutió sobre la participación de los trabajadores en las ganancias de las empresas y defendió el proyecto impulsado por el diputado kirchnerista Héctor Recalde (Buenos Aires), que cuenta con el auspicio de la propia central sindical.

En ese marco cargó contra los empresarios que resisten la medida y los criticó por pretender ser “socios en las pérdidas” y no en las ganancias. Citó como ejemplo que “en el año 2008, gracias a la intervención del Estado a través del Programa Repro no se perdieron fuentes de trabajo. Mediante ese programa el estado ayudo a pagar salarios para que no se efectuaran despidos; pero ahora, cuando las ganancias son extraordinarias, los empresarios se olvidan de los trabajadores”.
Moyano remarcó que “para los empresarios, en la mala el trabajador es ‘socio’, pero cuando la empresa anda bien no los tienen en cuenta”. Asimismo consideró que se trata de una cuestión de “sentido común”, ya que el proyecto tiene la intención de “compartir parte de las ganancias que se logran por el esfuerzo y el sacrificio del trabajador”.

Moyano destacó que “sólo estamos pidiendo que compartan parte de las ganancias, tampoco hablamos de ‘la’ ganancia, y este es el mejor momento para plantear este tema porque las empresas se han recuperado de esa situación de supuestas pérdidas”.
En este sentido, criticó a las grandes entidades empresarias, ausentes en el debate, y dijo no llamarle la atención la resistencia de los empresarios a aprobar el proyecto, ya que el mismo “toca las vísceras más sensibles, que son los bolsillos”, parafraseando a Perón.
Por otra parte, dijo que la CGT está “dispuesta a discutir la creación de otra central obrera”, pero aclaró que “no es el momento”, en referencia a la CTA. “No está en discusión la libertad sindical, porque creo que existe. Tenemos tanta libertad sindical hasta para hacernos fraude entre nosotros”, ironizó.

Anteriormente, se hicieron presentes en la comisión los todavía contendientes por la titularidad de la CTA, Hugo Yasky y Pablo Micheli, para participar del debate. Ambos apoyaron el proyecto y criticaron la actitud de los empresarios.

En este contexto, Hugo Yasky señaló que “no existe otra manera de distribuir la riqueza, sino es a través de la participación de los trabajadores” y consideró la iniciativa como “una posibilidad de avance en la legislación laboral y democrática”, frente a una “mitad de los trabajadores cuya situación es desfavorable por el atropello de las patronales”.

Respecto a la ausencia del llamado “Grupo de los Seis” y en concordancia con lo dicho por su par de la CGT, manifestó: “La ausencia es parte de una cultura depredadora, en el fondo antidemocrática”.

En el plano de las objeciones al proyecto, Yasky propuso incorporar la figura del Síndico en representación de los trabajadores en los directorios empresariales y agregar una cláusula que tenga en cuenta la inflación como índice para definir el marco real de las ganancias. También pidió que la norma esté vinculada en cuanto sea aprobada con otro tipo de legislación que permita evitar fraudes laborales “apañados por ingenierías semi-legales”.

Por su parte, Pablo Micheli que consideró que en la materia “el Estado tiene un atraso de 50 años en un derecho consagrado por el artículo 14 bis”. Y, sobre la ausencia de la jornada, calificó como “lamentable” la actitud de los empresarios que rechazan la participación de las ganancias. “Es parte de su egoísmo y avidez de acumular más ganancias a costa de los trabajadores”, sentenció el representante de la CTA.

Respecto a la letra chica del texto, consideró que la ley debería ser “más abarcativa” que la asignación universal por hijo y que debería contemplar “la situación de los trabajadores en negro”.

Más voces por la participación en las ganancias

Los representantes del Sindicato Único de Trabajadores del Neumático (SUTNA), el único gremio que tiene incorporado en su Convenio Colectivo de Trabajo con la empresa Firestone una cláusula de participación de los trabajadores. El titular del gremio, Pedro Wasiejko, relató que la negociación se inició durante la crisis del 2001 cuando la empresa Bridgestone planteó reducir el convenio en un 35%.
Luego de seis meses de negociación se acordó que los trabajadores participen por igual del 33% del excedente de la ganancia neta ordinaria, libre de impuestos, que supere el 6% de la facturación anual. El representante legal del sindicato, León Piasek, sostuvo: “La no presencia de los empresarios es una muestra de que no tienen argumentos para oponerse”. Luego agregó que “si algo tienen que esconder es porque no están haciendo las cosas bien”.
Por su parte Wasiejko pidió que “quede para la discusión colectiva del 10 por ciento para arriba”, refiriéndose a la obligatoriedad de la ley, y reclamó que el sector PyME tenga un tratamiento preferencial.

Otro de los disertantes fue el economista del CONICET Demián Panigo, quien completó su exposición iniciada la semana pasada. Panigo consideró que el proyecto “retoma los mejores conceptos de la social democracia europea”. “Para que el crecimiento se establezca de manera sostenida en la Argentina, es necesaria la participación de los trabajadores en las ganancias. De existir participación crece la demanda interna, y crece la productividad, generando un círculo virtuoso”, explicó. Con respecto a la inflación, consideró que el reparto de ganancias contribuiría a disminuirlo porque habría un aumento de la productividad, reinversión, e institucionaliza las pujas redistributivas. Para concluir dijo que “estos proyectos cumplen con la Constitución y tampoco generan una variación tan profunda en la tasa de ganancia de las empresas. De allí, que no entendemos la oposición de algunas cámaras empresariales”.

El jurista Jorge Rodríguez Mancini expresó su “apoyo total” a la aplicación del mandato constitucional, pero advirtió que hay que “matizarlo”. “Los legisladores tendrían que tener en cuenta dos aspectos: el cuidado de la técnica jurídica y la prudencia jurídica”, recomendó Mancini. El ex juez advirtió la necesidad de tener en cuenta la diversidad de estructuras societarias, y el conflicto que puede traer la “magnitud tremenda” que tiene la evasión fiscal. También consideró que no deberían ser los sindicatos los que controlen los balances ya que se trata de un “beneficio individual”, y en todo caso deberían hacerlos los propios trabajadores o representantes elegidos para esto.

En contraposición, se manifestó el también jurista en materia laboral Juan Carlos Fernández Madrid, quien sostuvo: “No creo que el sindicato sea ningún cuco. En el balance social se realiza una exhibición total de la marcha de la empresa, y esto es exigible por los sindicatos”. Fernández Madrid consideró el reparto de ganancias como “una asignatura pendiente” y dijo que con este proyecto “se defiende al trabajador y a la Constitucional Nacional”.

Finalizada la ronda de audiencias por este año, el proyecto comenzará a ser tratado en asesores a partir de marzo del 2011, cuando se reanude la actividad legislativa.

“El grupo de los Seis”: los grandes ausentes

Tal como estaba previsto, y a pesar de ser invitadas, las grandes entidades empresarias no asistieron al anexo de la cámara de Diputados para debatir sobre la participación de los trabajadores en las ganancias.

El llamado “Grupo de los Seis” – compuesto por la UIA, Sociedad Rural, la Cámara de Comercio y la de la Construcción, la Bolsa de Comercio y la Asociación de Bancos la Argentina – decidió ausentarse del debate. “Aquellos que reclamaron ser tenidos en cuenta son los que ahora no quieren participar de la discusión”, deslizó Recalde (FPV-PJ-Buenos Aires) en referencia al faltazo.

Mientras que algunas de las entidades no justificaron su ausencia, la Cámara Argentina del Comercio envió una nota por escrito a la comisión, donde señaló que el proyecto amerita un debate más profundo, por cuanto en caso de prosperar, “hace al perfil institucional y económico de una Nación” y “no alcanza con una o dos reuniones de intercambio”.

El proyecto del diputado Recalde (FPV-PJ-Buenos Aires) “es de carácter estructural e históricamente trascendente como para que su debate busque ser agotado a través de una o dos reuniones multitudinarias”, manifestó en la nota  Carlos de la Vega, presidente de la entidad.