Si bien el Parlamento se convirtió en escenario de disputas partidarias internas y luchas de poder, lo cierto es que trabajo sobró. Se registró un fuerte incremento en el número de proyectos presentados, hubo más reuniones de comisiones –sólo en Diputados se realizaron 688 reuniones contra 308 que se efectuaron en 2009- y más de 15 audiencias públicas. A partir de las últimas elecciones y del recambio legislativo, el Congreso Nacional logró ocupar en este 2010 un lugar central en la escena política y ser eco de todos los debates políticos nacionales.

Asimismo, el balance del año legislativo deja como saldo que el Congreso Nacional sancionó 69 leyes, 42 normas menos de las 111 que se sancionaron en 2009 entre ambos cuerpos-. En tanto, 30 de las normas aprobadas este año han sido la ratificación de acuerdos y protocolos internacionales. 16 fueron los proyectos aprobados que impulsó el oficialismo; 7 los de los aliados del oficialismo y 7 los promovidos por la oposición.

El oficialismo, que logró convertir en ley el matrimonio gay, aunque le quedaron pendientes las leyes de personal doméstico, de concursos y quiebras, la declaración de interés público de la producción, comercialización y distribución de pasta de celulosa y la del trabajador rural. La oposición, que prometía renovar el Indec, la reforma del Consejo de la Magistratura, la derogación de los superpoderes, la eliminación de las retenciones al agro, y la reglamentación de los decretos de necesidad y urgencia y la reformar la Auditoria General de la Nación, entre otras cosas, se alzó con una única sanción completa: el 82% móvil para los jubilados, que logró convertirse en ley con la aprobación de ambas Cámaras, pero fue vetada por el Poder Ejecutivo. Y, si se quiere, la ley de seguridad bancaria destinada a evitar las llamadas “salideras bancarias”, pero que el oficialismo apoyó por unanimidad. El proyecto de Protección de Glaciares fue otra iniciativa de los opositores pero en ambas cámaras fue votado también por oficialistas. Finalmente, faltó el Presupuesto 2011 que es la deuda compartida por todos.

La complejidad del trabajo legislativo de este año puede obedecer a la atomización de las fuerzas políticas que conviven en ambas cámaras, lo que dificultó y, la mayoría de las veces, impidió la concreción de acuerdos parlamentarios traducidos luego en leyes. En la Cámara de Diputados, si bien la oposición domina el cuerpo, su composición es tan diversa que no siempre fue capaz de imponer una agenda parlamentaria propia. En el Senado, la paridad de fuerzas es tal que al oficialismo no le costó demasiado cooptarle un puñado de votos cruciales a la oposición y sepultar cada ofensiva que provenía de la Cámara de Diputados.

Cámara de Diputados:

Pero a pesar de la parálisis por el equilibrio de fuerzas políticas que generaba una dura pelea para reunir el quórum -129 diputados-, la Cámara de Diputados, según datos de la Dirección de Información Parlamentaria de la Cámara, realizó 19 sesiones -8 más que en 2009-. Aunque habría que aclarar que de estas 19 hay tres que se diferencian del resto. Dos de ellas fueron homenajes (a Néstor Kirchner y en conmemoración al Bicentenario de la Revolución de Mayo) y la otra fue la visita del jefe de Gabinete, Aníbal Fernández, para cumplir con el mandato constitucional de brindar informes de gestión al Parlamento.

No obstante, la cantidad de sesiones no tiene su correlato inmediato en las leyes sancionadas. Las estadísticas no definen un rotundo triunfo ni para el oficialismo, ni para la oposición. Las dificultades del denominado Grupo A para llegar por sí mismo a los 129 diputados necesarios para arrancar una sesión -la oposición tiene mayoría en Diputados-, dejó en evidencia las diferencias hacia el interior de los bloques.

Estos encuentros y desencuentros se vieron el tratamiento que recibió el proyecto enviado por Ejecutivo Nacional del Presupuesto 2011. Desde mediados del mes de septiembre fue el tema central en la Cámara de Diputados y su debate implicó sesiones fracasadas, denuncias de presiones y un malestar generalizado que desembocó en su falta de sanción y la consecuente prórroga del Presupuesto 2010 para el próximo año.

Cámara de Senadores:

Respecto de la actividad específica del Senado de la Nación, el balance del año parlamentario arroja que se realizaron también 19 sesiones; de ellas 2 fueron extraordinarias, 2 especiales y una fue una asamblea. En tanto, en 4 oportunidades la sesión se levantó por falta de quórum. En esta cámara, el llamado Grupo A convirtió en ley una sola iniciativa propia: el aumento del el aumento del 82 por ciento del salario mínimo, vital y móvil de los jubilados y pensionados, que propone aumentar las jubilaciones más bajas para llevarlas de 1.046 a 1.426 pesos este año y a 1.508 pesos desde 2011. Una vez más, como sucedió con el polémico y trascendental debate del 2008 por la Resolución 125, el vicepresidente Julio Cobos debió desempatar la votación. No obstante, la norma que aumentaba el haber jubilatorio fue inmediatamente vetado por la presidenta de la Nación, Cristina Fernández de Kirchner.

El año parlamentario en el Senado había empezado con un duro traspié para el oficialismo. En marzo, la oposición imitó la ofensiva del Grupo A en Diputados y forzó una composición de las comisiones que no se ajustaba al escenario de inestable equilibrio que luego quedó evidenciado en el recinto durante el transcurso de las sesiones. Esa embestida se concretó después de fracasar durante casi un mes para conseguir quórum.

En este contexto, el vicepresidente Julio Cobos citó –por pedido de los líderes opositores– a los senadores ausentes mediante una solicitada en los diarios. Aquello motivó a la bancada del Frente para la Victoria a negar el quórum. Una vez superado el primer obstáculo, la oposición se creyó en condiciones de avanzar en sus promesas electorales, pero en las primeras sesiones los senadores no afines al oficialismo vieron sus primeros tropiezos. La aprobación del pliego de Mercedes Marcó del Pont como presidenta del Banco Central y la utilización de reservas para el pago de deuda pública demostraron que el escenario real distaba de ser el augurado por los resultados de las elecciones de 2009 y que la pelea abría que darla sesión a sesión.

La última sesión en el Senado terminó de configurar el posicionamiento de los diferentes bloques en el Senado. El oficialismo se impuso en tres temas centrales de la agenda opositora: rechazó la modificación al régimen de los DNU, postergó el tratamiento del proyecto para derogar los superpoderes e impidió la reforma del Consejo de la Magistratura.

La oposición, en tanto, logró algunas victorias, pero ninguna contó el acompañamiento posterior de Diputados:

1) La coparticipación del impuesto al cheque, que fue aprobada sin la mayoría necesaria y por eso la oposición no avanzó con ella en Diputados;

2) La reforma del INDEC, sancionada con un amplio margen (39 votos contra 26), pero luego modificada por exigencia de Proyecto Sur, por lo que volverá al Senado, con futuro incierto;

3) El Servicio Cívico Voluntario, una iniciativa del vicepresidente Cobos, que pasó con un escaso margen;

4) La Ley de Acceso a la Información Pública, que luego obtuvo dictamen de comisión en Diputados pero quedó pendiente para el próximo año por falta de tiempo; y

5) La ley de Control de Armas, no recibió tratamiento en Diputados en el período ordinario que acaba de finalizar por no tratarse de un tema prioritario en la agenda parlamentaria de los diputados en el último mes.

El año que viene es un año de elecciones, por lo que la actividad en Congreso Nacional no pareciera encaminarse hacia una mayor productividad y profundidad política, teniendo en cuenta que los esfuerzos estarán concentrados en las sendas campañas electorales.