Mientras el Congreso de la Nación aun discute el proyecto del senador Daniel Filmus (FPV-CABA) sobre resiudos eletrónicos y eléctricos, la legislatura bonaerense tomó la delantera en esta temática y sancionó la Ley de Residuos de Aparatos Eléctricos y Electrónicos (RAEE). (Expte. Nº E-173-10/11).

 

La misma establece el conjunto de pautas, obligaciones y responsabilidades para la gestión sustentable de los RAEE. El principal objetivo es el de prevenir su generación, así como fomentar la reutilización, el reciclado, valorización y reducción de su  impacto ambiental.

 

En el texto de la norma, se define como RAEE a los aparatos que para funcionar requieren de corriente eléctrica o campos electromagnéticos, y los aparatos necesarios para generar, transmitir y medir tales corrientes y campos.

 

La ley tiene sus fundamentos en el concepto de responsabilidad extendida del productor, entendido como la obligación de cada uno de los productores y/o distribuidores de aparatos eléctricos y electrónicos de adoptar medidas orientadas a mitigar el impacto ambiental de los RAEE en la etapa posterior a su consumo, incluyendo la gestión integral de los mismos.

 

Por tal motivo, la ley compele a los productores a diseñar sus aparatos electrónicos de manera tal que se facilite su reutilización o reciclado en el futuro, y a hacerse cargo de la gestión integral de dicho residuo, una vez que el mismo ha sido consumido.

 

A su vez, hace recaer sobre la autoridad de aplicación (a designar por el poder ejecutivo) y los municipios el control sobre la valorización de los RAEE que los productores deben realizar.

 

La educación ambiental es contemplada por la ley, por lo que se espera una campaña publicitaria que apunte a la concientización sobre la importancia de la reutilización de los RAEE.

 

Finalmente, la financiación del Sistema de Gestión de RAEEs será garantizada por los productores, distribuidores y comercializadoras de aparatos electrónicos, mediante una Tasa Especial para la Gestión de RAEEs, según establezca la autoridad de aplicación. El importe de tal tasa será determinado según la cantidad, calidad y tipos de materiales empleados por los productores.

 

De esta manera, el marco normativo se adecúa a los tiempos que corren, en los que, según el programa de Medio Ambiente de las Naciones Unidas, cada argentino produce 2,5 kilogramos promedio de residuos electrónicos, es decir, cerca de 100 mil toneladas anuales.