La Comisión de Agricultura del Senado comenzó a estudiar un proyecto que busca fomentar las ferias locales de agricultura familiar.

A partir de la promoción de establecimientos destinados a la comercialización de productos agroalimentarios, la senadora María de la Rosa (FPV-PJ-Formosa) busca fomentar las ferias de agricultura familiar.

En su articulado, la iniciativa se propone “impulsar el establecimiento de ferias locales que gracias a su proximidad geográfica abastezcan a los consumidores en forma directa de productos agroalimentarios, frutihortícolas y artesanales de calidad, evitándose de esta forma los costos de intermediación, transporte y logística”.

Estas ferias se verán beneficiadas con monotributo social y monotributo social rural, microcréditos y una marca colectiva con un sello de calidad de alimentos argentinos.
Si bien los técnicos que asesoran a los senadores de esta comisión se mostraron de acuerdo con el proyecto, manifestaron algunas dudas sobre el control de calidad de los productos, y el control de normas impositivas. Ante la disyuntiva, se propuso estudiar la iniciativa de manera conjunta con los asesores de la comisión de Economías Regionales.

El proyecto de la senadora formoseña pretende reconocer a las ferias locales de agricultura familiar, a instancias de la labor del “Programa Nacional de Ferias para el desarrollo local” (PRONAFE), en el ámbito de la Subsecretaria de Agregado de Valor y Nuevas Tecnologías de la Secretaria de Agricultura, Ganadería y Pesca.

Se trata de un proyecto con muchas chances de ser aprobado, al ser presentado por la vicepresidenta de la Comisión de Agricultura del Senado e integrante del bloque mayoritario.

En los fundamentos, De la Rosa argumenta que es necesario “otorgar un reconocimiento institucional a esta actividad, que pretenden dar a los productores mejores ingresos para sus grupos familiares”.

Asimismo, explica que constituyen “una alternativa valiosa para convocar al trabajo productivo a los jóvenes y familias que participan en estos micro emprendimientos familiares, de producción diversa, cuyos productos se comercializan sin escalas al consumidor final”.

Otro gesto del impulso del tema en manos del oficialismo se produjo cuando a principios de julio autoridades de la subsecretaría de Agricultura Familiar de la Nación, junto a académicos de la Universidad Nacional de San Martín y el ministro de la Corte Suprema, Eugenio Zaffaroni, presentaron un estudio sobre agricultura familiar en la Cámara de Diputados de la Nación. Allí, la propiedad de la tierra de los pequeños productores fue el eje del debate.

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