La primera parte de la sesión de la cámara alta del pasado miércoles fue para homenajear el Bicentenario. Hubo uniformados de la Fanfarria Militar Alto Perú, que llevaron todos sus instrumentos para hacer sonar el Himno Nacional y la marcha de San Lorenzo. Hubo izamiento de la bandera y una declaración conjunta de todos los senadores para conmemorar la fecha. Hubo, también, declaraciones de varios legisladores que aprovecharon el aniversario para reflexionar sobre avances y retrocesos, según el caso. Aunque en general, tal como lo habían acordado en Labor Parlamentaria, todos intentaron plasmar una mirada positiva sobre la Argentina y su camino recorrido, más allá de líderes o partidos.

José Martínez (ARI- Tierra del Fuego) fue de los que hicieron un balance positivo: “Desde el Centenario de la Revolución de Mayo, hace ya cien años, se recuerda con insistencia que la Argentina de ese entonces era comparable con los países más ricos de aquel momento en el mundo, como Australia, Canadá e incluso Estados Unidos. Como país, ese país del Centenario, con un modelo agro exportador, estaba muy bien para una elite, para una pequeña porción de sus habitantes. Más del noventa por ciento no llegaba a tener los beneficios de esa bonanza, de ese modelo. Obviamente, eso era producto de una estructura social, de una clase alta que concentraba el poder económico y el poder político, y una clase trabajadora o clase baja, que no tenía acceso a los mínimos derechos o a la bonanza de aquel país que todos, o gran parte de los argentinos, plantean como la época de oro”.

María Eugenia Estensoro (CC- CABA) también fue de las benevolentes: “Hoy pensaba que si pudiéramos traer a nuestro presente a los hombres y mujeres que forjaron la Revolución de Mayo, con las enormes carencias y dificultades que seguramente tuvieron que atravesar en un país muchísimo más humilde, alejado del mundo y salvaje, porque era un territorio casi deshabitado, ellos estarían admirados de lo que la Argentina ha logrado y de lo que somos después de doscientos años. (…) En este Bicentenario me gustaría que podamos tener esta mirada más amplia y darnos cuenta de lo mucho que tenemos para agradecer como Nación, sobre todo a aquellos hombres y mujeres de Mayo, aunque estas últimas se encuentren más escondidas en los libros de Historia y descubrirlas sea una tarea que todavía queda pendiente para el Tricentenario. Ciertamente, tenemos muchísimo que agradecerles a los distintos padres y madres de la Patria a lo largo de las décadas, hasta llegar a la actualidad. Me pregunto por qué en el día a día, en las décadas que se fueron sucediendo, no tenemos esta mirada agradecida y sí esta sensación –me gustó la metáfora del senador Cabanchik– de ser una nación inacabada, como si siempre nos faltara algo. Es decir, tenemos como una sensación de insuficiencia, de malestar”.

Norma Morandini (FC- Córdoba), recurrió a la lectora de una cita de Moreno para evitar criticar: “Para no traer a este recinto lo que critico del momento que vivimos, o sea, una Nación sin federación, una Nación en la que debemos indagar más que festejar el dolor de no ser todo lo que de alguna manera reconocemos que fuimos, y una Nación respetada ante los otros y ante nosotros mismos, he querido expresar estas palabras. Y por eso he querido señalar lo que tendría que ser el espíritu que nos ilumine para poder hacer de esta Nación, todavía inconclusa, una Nación con los idearios de Moreno, los cuales quise traer hoy a este recinto para conmemorar estos doscientos años. Pero tenemos una Nación que, insisto, todavía nos falta concluir, sobre todo pensando que tenemos más de setenta años de autoritarismo, setenta años en los que se canceló precisamente ese espíritu de libertad e independencia”.

Al peronista disidente Juan Carlos Romero (Salta), no le preocupó la cortesía. Dijo que no se puede “celebrar la brecha entre pobres y ricos, que se ha acrecentado en las últimas décadas” y advirtió: “Debemos en los próximos tiempos un nunca más en contra de la corrupción. Corresponde el debate en torno a la reflexión en torno a lo que ha pasado y lo que se proyecta a futuro”, arrancó el líder de la bancada radical en la Cámara alta, Gerardo Morales, que destacó: “La tiranía ha mutado durante todo este tiempo y se ha expresado en los últimos años a través de la pobreza, hay que erradicarla y sumarle un proyecto educativo nacional. (…) Luchar contra la tiranía significa tener jueces y un Congreso independiente, el desafío es reponer el sistema político nacional”.