El Socialismo anunció una jornada de análisis organizada con la FAA para el martes 29 de junio. El mismo día se reunirán los agrodiputados del radicalismo para estudiar los pasos a seguir.

Todo indicaba que el jueves 24 los “agrodiputados” se alzarían con el logro de dictaminar, con 17 firmas, un despacho de ONCCA. Lo había anunciado Ricardo Buryaile (UCR- Formosa), que trabajó contra reloj las últimas dos semanas para llegar a un borrador de despacho conjunto.

El ex vice de CRA hizo bien los deberes: defendió su proyecto en una reunión de bloque, donde advirtió que no declinarían en su postura, y la hizo prevalecer por sobre la del federado Ulises Forte (UCR- La Pampa) y el peso de Ricardo Alfonsín (UCR- Buenos Aires), que impulsaban una iniciativa diferente. Buryaile también se reunió con legisladores del PRO y el Peronismo Federal, y el martes 22 de junio, justo cuando les anunció que el jueves estarían en condiciones de dictaminar en una reunión de la Comisión convocada especialmente para eso, envió por mail el “borrador dictamen Oncca” a legisladores de la oposición.

Ya no daba para más, sentía Buryaile. Había que mostrar un gesto de acción ante los productores autoconvocados, que una semana antes fueron a “apretar” a los legisladores; ante los agremiados a las cuatro entidades y sus dirigentes, que protagonizaron una batalla pública por el tema ONCCA; ante el Frente para la Victoria, que en los pasillos festeja la incapacidad de acción de estos legisladores que protagonizaron los más enérgicos repudios al Gobierno desde el 2008; y ante la sociedad en general.

Pero hubo dos cosas que Buryaile no hizo. La primera: incluir en esos destinatarios del mail a los legisladores del Frente para la Victoria, o a sus asesores. En ese espacio se sorprendieron de que se incluya ONCCA en el temario de una reunión, cuando en el último encuentro de asesores la presidencia lo obvió y había prometido seguir tratándolo en ese ámbito. También reclamaron no haber tenido acceso al borrador del dictamen. La segunda: no anticipar la movida de Elisa Carrió (CC- CABA), que aunque no integra la Comisión se acercó para llevar una postura que hizo retroceder dos casilleros a Buryaile (UCR- Formosa).

“Nuestro bloque se opone a que hoy se firme dictamen”, dijo Carrió cuando le dieron el uso de la palabra (fue la primera en hablar), y enseguida justificó su posición: “Queremos que se cumpla con lo estipulado por el artículo 102 del reglamento, que indica que se debe convocar a una reunión plenaria de todas las comisiones que tienen giro para dictaminar”. Y en este caso, aunque la retó y le impuso su lógica sobre el desarrollo de la reunión, a Buryaile no le quedó otra que acatar. Entonces prometió cursar invitación a las comisiones de Presupuesto y Hacienda y Comercio, para una reunión conjunta.

En la Comisión coexisten cuatro posiciones diferenciadas sobre qué hacer con el organismo. Christian Gribaudo (PRO. Buenos Aires) quiere que se elimine. Buryaile y otros diputados de la UCR quieren cortarle varias de sus atribuciones. Lisandro Viale (PS- Entre Ríos) y el bloque socialista quieren que conserve su cuota de intervención para inclinar la balanza del mercado a favor de los pequeños y medianos productores. Y, finalmente, en el oficialismo piensan que no se puede intervenir en una competencia específica y propia del Ejecutivo. Esto es: el Congreso no puede eliminar ONCCA, ni decir en qué órbita debe estar, ni establecer sus facultades.