En una sesión que duró más de 10 horas, el pasado 8 de septiembre, los diputados dieron media sanción con 239 votos a favor el proyecto de ley del diputado Gerardo Milman (GEN-Buenos Aires) que impone medidas de seguridad en los bancos, con el propósito de combatir las salideras bancarias. Mañana, miércoles 29 de septiembre, será tratado en la Cámara de Senadores.

En tan sólo 5 artículos, la iniciativa obliga a las entidades financieras a tomar las siguientes medidas mínimas de seguridad:

  • Deberán contar en las líneas de cajas y cajeros automáticos con un sistema de protección con suficiente nivel de reserva, que impida la observación de terceros.
  • Un tesoro blindado y/o cajas de seguridad de alquiler, separado de paredes medianeras, a prueba de incendio y de violación por elementos mecánicos o soplete oxhídrico.
  • Inhibidores o bloqueadores de señal que imposibiliten el uso de teléfonos celulares en el interior de las sucursales.

Les presentamos algunos fragmentos de los argumentos de los diputados:

  • Alfo Prat Gay (CC-CABA): “Voy a ser breve para introducir un tema que me parece que va a tener poca fricción y mucho consenso, y celebro que finalmente lo estemos tratando, aun con la demora de la última semana. Lamentablemente no tenemos datos oficiales aunque sí tenemos algunas estadísticas dispersas, compiladas por la Policía Federal y en algunos casos también por la Policía de la Provincia de Buenos Aires. De acuerdo con esos números, en lo que va del año se han registrado veinticuatro salideras bancarias por día que son denunciadas, y seguramente hay muchas otras que no tienen denuncias. La gravedad de la situación nos exime de mayores comentarios. Esto refuerza, en primer lugar,  la urgencia de la cuestión y, en segundo término, la responsabilidad de las distintas áreas del sector público para avanzar con medidas que, por lo menos, morigeren –si no, eliminen‑ este flagelo.”
  • Gerardo Milnan (GEN-Buenos Aires): “Este proyecto que hoy traemos al recinto intenta atacar la violencia antes de que se concrete el hecho, o sea, actuar preventivamente, para atacar el delito en sí pero también para atacar la sensación de inseguridad subjetiva, tan nefasta como el propio delito. Las respuestas respecto de incrementar la población carcelaria, tan habituales, ya sea a través del aumento de penas o de la baja de la edad de imputabilidad, no han tenido resultados tangibles en ninguna experiencia del mundo.”
  • Alejandro Rossi (FPV-PJ-Santa Fe): “Suele ser bastante difícil hablar de estas cuestiones cuando la opinión pública se conmociona ante crímenes absolutamente horrendos. También es una paradoja que, en general, no se hable de estos temas si no ocurrió un crimen horrendo. Adelanto que vamos a acompañar el dictamen emitido por las comisiones, pero personalmente quiero hacer algunas consideraciones sobre el proyecto en particular y también plantear algunas ideas en relación con la cuestión de la seguridad. La Argentina, que no tenía problemas de seguridad ni registra en sus estadísticas anteriores a 1985 o 1986 estándares de criminalidad importantes, ha pasado a sufrir a partir de esa época, y más acentuadamente desde los años noventa, una pérdida sostenida de sus indicadores normales. Si bien, en términos generales, todavía presenta una de las mejores situaciones dentro de América Latina, ha retrocedido y se ha “latinoamericanizado” en varios aspectos. Este proceso de deterioro de los indicadores de seguridad viene claramente de la mano del deterioro de los indicadores sociales, económicos y culturales de los últimos veinticinco años. Todos, más allá del camino que utilicemos, estamos tratando de mejorar esta situación.”