Debates hacia una "muerte digna".

Directorio Legislativo les presenta a continuación la segunda parte del debate sobre “muerte digna” realizado en el plenario de las comisiones de Salud y Deportes, Legislación General, Trabajo Y previsión Social y Presupuesto y Hacienda del Senado de la Nación, realizado el pasado 27 de septiembre. Allí estuvieron presentes especialistas en derecho, medicina, bioética, religión y familiares de enfermos terminales.

Fernanda Ledesma, del Comité de Bioética del Hospital Garrahan, afirmó que gracias a la tecnología, en la actualidad se puede prolongar la vida, pero en ocasiones, también se puede prolongar la muerte. Con la tecnología, es posible ventilar a un paciente con muerte cerebral durante años.

Sin dudas, la nota emotiva de la jornada corrió por cuenta de Sofía Caram, invitada por el Senador Cabanchik (PROBAFE) debido a su historia personal. La periodista subió al atril relatando la historia de su hermana Laila. La reflexión final que Sofía Caram recoge de su historia, es que “si no hay vida digna, debe haber muerte digna, por decisión de la propia persona, si puede, o por su familia, si no puede”.

Carlos Castrillón, de la Facultad de Medicina de la UBA, partió del supuesto según el cual “es imposible disociar los planteos que presenta el individuo enfermo, de sus derechos humanos”. Sostuvo que “si bien el avance de la tecnología permite salvar vidas, la misma no debe ser un fin, sino un medio”. El tratamiento, afirma, tiene que tener como objetivo posible la cura, la mejoría o el alivio. Cuando esos objetivos son imposibles o inviables, el tratamiento pasa a ser fútil, e impide la dignidad de la persona durante el proceso que está atravesando, ya que de ese modo, se estarían priorizando los órganos por sobre el organismo.

Por otra parte, María Elisa Barone, Médica Neuróloga, Magister en Ética (UBA) e integrante del Comité de Bioética del INCUCAI, señaló que el concepto de calidad de vida y el concepto de sacralidad de la vida, no son contradictorios, sino complementarios, con lo que es necesario encontrar un equilibrio o proporcionalidad entre ellos. Barone sugiere a la futilidad del tratamiento como un límite.

Llegando hacia el final de las exposiciones, tuvo su turno María Susana Sirusi, del Observatorio de Salud de la Facultad de Derecho de la UBA. La ponente se ocupó de definir el concepto de soporte vital como “todo lo que posterga la muerte, pero no lo puede evitar”. Así, cuando el médico limita el soporte vital, no está intentando matar al paciente, sino que está haciendo un juicio médico sobre la futilidad del tratamiento.

El debate sobre la muerte digna cobra una nueva relevancia a partir de la publicidad adquirida por  Selva Herbón, la madre de Camila, una beba que nació con una hipoxia cerebral que no le permitió respirar y que la dejó en un estado vegetativo permanente, cuyo pronóstico arroja la irreversibilidad de la situación.

Ese debate encuentra eco en el Senado de la Nación, corporizándose en los proyectos de Ley presentados por los Senadores Elena Corregido (FPV–PJ-Santiago del Estero), Liliana Fellner (FPV – PJ-Jujuy), César Gioja (FPV–PJ-San Juan), Liliana Negre de Alonso (Peronismo Fed.-San Luis) y Samuel Cabanchik (PROBAFE-CABA).