La votación por el Presupuesto de esta semana da un primer indicio de cómo será el Congreso que se viene. Asoma un kirchnerismo todavía mayoritario, pero que deberá negociar con otros sectores para sacar leyes clave. A continuación, un primer vistazo a cómo se configuran los bloques luego del traspié K en las PASO.
Fugas del bloque mayoritario, acusaciones de traición y votos sorpresivos, fueron los items destacados de la última sesión de la Cámara de Diputados de la Nación.
Mucho se habló durante la semana sobre la capacidad del oficialismo de lograr el qúorum necesario para darle media sanción al Presupuesto 2014. El resultado arrojó un inicio de sesión con 133 legisladores en sus bancas, 4 más de los necesarios para comenzar la sesión.
El oficialismo pudo darse el lujo de no contar con dos de sus legisladores para iniciar la sesión: Carlos Kunkel y Sandra Mendoza. Y es que junto a sus 109 diputados y sus habituales 18 aliados (Nuevo Encuentro, Frente Cívico por Santiago, MPN, PJ La Pampa y los salteños Walter Wayar y Cristina Fiore), se sentaron legisladores que no suelen acompañar al kirchnerismo.
Rubén Sciutto, ex FPV que había coqueteado con el Massismo tras las PASO pero que finalmente armó un monobloque; Nora Videla, Ramona Puchetta y Sergio Pansa, del espacio liderado por los hermanos Rodríguez Saá y el radical Rodolfo Fernández -que en las elecciones correntinas apoyó al candidato K “Camau” Espínola-, dieron quórum.
Lo propio hicieron el sanjuanino Mauricio Ibarra (peronismo federal) y Alfredo Olmedo, quien tiene por costumbre dar quórum, esté o no a favor del proyecto a tratar en la sesión.
¿Esto indica que de aquí en más el kirchnerismo dependerá de actos de rebeldía de diputados de otras bancadas para obtener quorum? La respuesta es no. Pero sí da un indicio de un bloque mayoritario que tendrá que dialogar para impulsar sus leyes.
El actual escenario presenta un kirchnerismo que tras las elecciones de 2011, fue completamente hegemónico en el Congreso. Las PASO pusieron un manto de duda sobre esa hegemonía.
Según una proyección realizada por Directorio Legislativo, si los resultados de las PASO se repitieran en octubre, el oficialismo contaría con 107 diputados propios y 18 aliados consolidados, lo que da una base de 125 legisladores, 4 menos de los necesarios para el quórum propio.
Esto realzará la importancia de los legisladores que según la temática, votan a favor o en contra del oficialismo. El bloque del FPV deberá aprender a negociar con ellos, tras dos años de tener el número necesario para avanzar sólo con sus leyes.
Pero más allá de lo que dicten las elecciones, los reposicionamientos al interior del Congreso se darán según se acomoden las diversas figura de cara a la carrera presidencial.
A un mes de las elecciones generales de octubre, el FPV ya ha sufrido bajas. A las que se fueron gestando en el período 2011-2013 -Facundo Moyano, Héctor Yoma, Blanca Blanco de Peralta, Omar Plaini y Mabel Müller- se agregaron las fugas que se dieron al calor del crecimiento de Massa.
El santafecino Oscar Martínez y fueguino Rubén Sciutto fueron las puntas de lanza del pasaje al massismo. Jorge Garramuño, también podría, quien supo ser aliado al oficialismo, podría pasarse a las filas del intendente de Tigre.
No obstante la votación del Presupuesto trajo algunas sorpresas. Por caso, las díscolas Blanca Blanco -esposa del gobernador de Santa Cruz, Daniel Peralta- voto afirmativamente la “Ley de Leyes”. Ramona Pucheta, ferviente opositora al gobierno nacional, Sergio Pansa y Nora Videla (que responden a los Rodríguez Saá), también acompañaron al oficialismo.
Un kirchnerismo todavía mayoritario pero que no tendrá más remedio que el diálogo. Una bancada oficialista que se las verá con las internas de cara a las presidenciales de 2015. Ese es el escenario que depara el nuevo Congreso.
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