Primero Diputados dio media sanción y luego Senado convirtió en ley el proyecto que autoriza al Poder Ejecutivo a otorgar un préstamo reintegrable de 20 millones de pesos a la empresa Citrícola Ayuí SA, con destino a reactivar la producción y procesamiento de cítricos.

El crédito se hará efectivo una vez se efectivicen los 70 millones de pesos que propusieron en el plan de inversión de la firma, que antes pertenecía a Francisco De Narváez, hoy en manos de empresarios asiáticos.

El plazo del préstamo se fija en un máximo de siete años. Con respecto al interés, se cobrará un interés promocional del cinco por ciento (5%) efectivo anual sobre saldos, con un punitorio del uno por ciento (1%) efectivo mensual sobre saldos en caso de impago. Además se exigirán las garantías que el Poder Ejecutivo considere suficientes para asegurar la recuperación de los fondos.

El pago anual se realizará dentro de los cuatro meses de concluido cada ejercicio económico; transcurridos los primeros cinco años, el saldo remanente del capital con más los intereses se abonará en cuatro cuotas semestrales consecutivas.

En cuanto al reembolso del préstamo, el mismo podrá ser devuelto en un plazo no mayor a 7 años. El texto aclara que “en los primeros cinco años contados desde la fecha del primer desembolso efectivo del préstamo los servicios del crédito (capital más intereses) se abonarán anualmente con 100% de las ganancias líquidas y realizadas, excluyendo las reservas legales, obtenidas por la empresa Citrícola Ayuí no destinadas a reinversión en el proceso productivo. Al efecto, se tomarán los resultados que surgen de los Estados Contables. El pago anual se realizará dentro de los cuatro meses de concluido cada ejercicio económico. Transcurridos los primeros cinco años, el saldo remanente del capital con más los intereses se abonará en cuatro cuotas semestrales consecutivas”.

En diputados, el miembro informante, argumentó que el crédito “contribuye a la continuidad de la empresa”, al tiempo que destacó la importancia que tiene la firma en la región y al asegurar que son 1.400 las personas que dependen directamente de su funcionamiento y unas cinco mil en forma indirecta. Asimismo, puntualizó que la producción de la empresa representa un cinco por ciento de la producción citrícola de la región.

Por su parte, el radicalismo voto en contra y aseguró que el gobierno no hará un aporte reintegrable sino “un subsidio” y mostró la crisis del sector agropecuario en la provincia. Desde otros bloques hicieron la observación de que no se precisó quién o cómo controlaría el cumplimiento del plan de inversión.

Los fundamentos del proyecto señalan que la empresa Citrícola Ayuí “está virtualmente quebrada y necesita un programa de inversiones para reactivarse y funcionar. Se trata nada menos que de un polo socio-productivo de fuerte incidencia en la dinámica económica regional, por lo cual es necesaria la intervención del Estado”.

La transacción, que formó parte de los acuerdos que la Presidenta Cristina Fernández de Kirchner concretó en su viaje a China, se formalizó a mediados de marzo en la Casa de Entre Ríos en Buenos Aires. Durante el acto participaron el gobernador Sergio Urribarri; el titular de citrícola Ayuí, diputado nacional Francisco de Narváez, y el presidente de la empresa china Urban Rural Xiao Kang Promotion Center, Li yi.

 

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