La Cámara de Diputados convirtió en ley el proyecto que crea un cuerpo de abogados especializado para brindar patrocinio jurídico para las víctimas. Además obtuvo media sanción la creación de las casas refugio como instancias de tránsito para la atención y albergue. Las iniciativas fueron aprobadas a libro cerrado, tras la polémica sesión del miércoles pasado.

La primer iniciativa, que ya tenía media sanción de Senado, permite que las mujeres que hayan sido agredidas en un contexto de violencia de género puedan ser asesoradas jurídicamente, sin costo. El cuerpo de letrados será un organismo descentralizado en el ámbito de la Secretaría de Justicia, del Ministerio de Justicia y Derechos Humanos, con autarquía económica financiera, personería jurídica propia y capacidad de actuar en el ámbito del derecho privado.

El cuerpo tendrá que dar patrocinio jurídico gratuito y asesoramiento legal integral en todo el territorio nacional a personas víctimas de violencia de género de modo tal de garantizar su acceso a la justicia de manera oportuna y efectiva. También deberá realizar actividades de formación, capacitación técnica, actualización normativa y sensibilización destinadas a operadores del sistema de administración de justicia y otros actores implicados en el abordaje integral de la violencia de género.

Además, Diputados aprobó la creación de casas cuyo objetivo sea refugiar a las mujeres víctimas de violencia de género, como instancias de tránsito para la atención y albergue de las mujeres víctimas de violencia. Esta red que estará integrada por los refugios públicos y privados del país que brinden alojamiento, contención y asistencia a las mujeres víctimas de violencia y a sus hijos e hijas menores de edad.

El proyecto que obtuvo media sanción y ahora será girado al Senado para su estudio, establece espacios donde se les brinde no sólo protección, sino también asesoramiento judicial, contención, casa y comida, durante un período de tres meses, con posibilidad de prorrogar su estadía hasta un máximo de seis meses, con el objeto de que puedan dejar de depender económicamente del agresor, hasta tanto puedan reinsertarse en la sociedad y tratar así de iniciar una nueva vida.

En este sentido, el alejamiento del foco de violencia posibilita no sólo proteger la integridad física y/o psíquica de las víctimas, sino también comenzar a desandar esa perversa y dolorosa trama de angustia y humillación. Se trataría de un recurso de emergencia, cuyo objetivo es la reinserción social y laboral de la mujer.

 

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